Leo en Science Based Medicine el siguiente post en el que se cuenta la broma que el doctor John McLachlan gastó a los que apoyan y soportan las medicinas alternativas (el artículo original está aquí).
Parece ser que después de recibir una invitación para enviar artículos a una Conferencia Internacional de Medicina Integradora, el doctor McLachlan se inventó una historia ridícula sobre una nueva forma de reflexología y acupuntura en puntos representados por un mapa homúnculo situado en el culo. Afirmó que había realizado estudios que mostraban que:
Los organizadores le pidieron que enviara un resumen cosa que hizo. En el resumen comentaba que presentaría solo casos, testimonios y comentarios positivos dado que sus métodos no eran apropiados para experimentos controlados aleatorios sugiriendo que su "novedoso paradigma" podría conducir a un rechazo automático por mentes cerradas.
Parece ser que después de recibir una invitación para enviar artículos a una Conferencia Internacional de Medicina Integradora, el doctor McLachlan se inventó una historia ridícula sobre una nueva forma de reflexología y acupuntura en puntos representados por un mapa homúnculo situado en el culo. Afirmó que había realizado estudios que mostraban que:
las respuestas son más fuertes y de mayor valor terapéutico que aquellas derivadas de la reflexología auricular o convencional. En algunos casos, el mapa puede usarse con fines diagnósticos.
Los organizadores le pidieron que enviara un resumen cosa que hizo. En el resumen comentaba que presentaría solo casos, testimonios y comentarios positivos dado que sus métodos no eran apropiados para experimentos controlados aleatorios sugiriendo que su "novedoso paradigma" podría conducir a un rechazo automático por mentes cerradas.
Recibió la siguiente respuesta:
Estamos contentos de informarle que el Comité Cientifico ha decidido que su artículo ha sido aceptado y que, por lo tanto, podrá dictar su conferencia.
Esta broma parodia el absurdo y la credulidad de la autodenominada medicina integradora. No creo que la medicina racional hubiera podido ser engañada con algo tan intrínsecamente ridículo como el indicado. Los estándares mínimos de sentido común deberían, creo, haber conducido a un educado pero firme rechazo o, al menos, una indagación posterior. La medicina alternativa no se caracteriza por su indagación rigurosa, por la investigación diseñada para probar la hipótesis nula sino que acepta nociones sin respaldo.
El comienzo del artículo del doctor McLachlan en el British Medical Journal recoge:
No puedo más que estar de acuerdo en lo que afirma el doctor, las "medicinas alternativas" lo único que están esperando es encontrar una puerta trasera que les permita colarse en nuestros sistemas de salud y, una vez conseguido, es muy difícil volver a colocarlos en el sitio que se merecen.La autodenominada medicina integradora no debería utilizarse como un mecanismo para introducir de contrabando prácticas alternativas dentro de la medicina racional por medio de rebajar los estándares del pensamiento crítico. El fallo en la detección de un engaño tan obvio no es un signo alentador.
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